martes, 22 de enero de 2013

Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México (Concierto)


El cartel oficial.
   No puedo ocultar mi emoción; se trataba de la primera vez que presenciaba un concierto de música clásica. Fui a ver a la OFCM, gracias a unos boletos ganados honradamente a través de las redes sociales. La cita se llevó a cabo en el Ollin Yoliztli, un muy modesto salón ubicado en Periférico Sur, de la Ciudad de México. Con un lleno del 80%, el espectáculo dio un buen inicio en punto de las 18 horas.
   Probablemente, para muchas personas esto sea tedioso; es música aburrida, nadie interesante canta o no es para bailar. Algo que aprendí con el paso de los años -y que quizá sigo aprendiendo-, es que se trata de la manera más deliciosa para relajarse. Algo así como un spa personalizado.
   Por lo general (y ya entrando más en confianza), las piezas conformadas únicamente de piano, son las que me ayudan a elaborar escritos. Quizá es por eso que escuchar a los músicos dirigidos por el Director Artístico, José Areán, me dejaron con la boca abierta. ¡Qué emoción la mía al escuchar cada instrumento, acoplándose perfectamente uno con el otro! Dando un perfecto inicio con la Obertura a la ópera La fuerza del destino (Giuseppe Verdi), inmediatamente, me sentí en casa.
   Hubo algo que más me sorprendió: había público de todas las edades; me pareció muy constructivo. Niños, adolescentes, adultos mayores. Todos. Considero que fue una muy buena opción para fomentar la cultura y el gusto por el arte en general, música, para hablar claro. ¿Cómo eso fue posible? Cualquier respuesta a esto, me hará llegar a la misma conclusión; ¡qué idea tan buena!
   Las piezas me inspiraron algo de melancolía, ternura, intriga y sobre todo, mucha paz. La obertura al holandés errante me pareció majestuosa; ¡vaya manera de iniciar con una pieza clásica!
   La sorpresa del evento, fue la actuación de la soprano, Verónica Murúa, quién se dedicó a interpretar piezas como Fanfarria, Ciudades, Frase, Antiguo, Realeza y Marina, sólo por destacar algunas partes de Les illuminations, Op. 18, con una muy distinguida voz en francés.
   Al final, lo mejor. La Sinfonía No. 9 en mi menor, Op. 95, Del nuevo mundo. (Antonin Dvorák). Considero que fue la parte más emotiva y sentimental de la tarde- noche. Con un épico final con Allegro con fuoco, la OFCM finalizó su primera presentación de la jornada, el día 12 de enero del año en curso.

   A veces, es bueno despejarse un rato de los géneros musicales que solemos escuchar: no hay nada mejor que entrar en tu propio mundo, viajar y volar el tiempo que sea necesario, para sentirse mucho mejor de lo que se está, y luego, regresar.
La evidencia.

miércoles, 2 de enero de 2013

La importancia del arte en la sociedad: Literatura, música y pintura.

TODO LO QUE HAY QUE SABER DE CULTURA -DIETRICH SCHWANITZ.  

 Los griegos están involucrados en gran parte de la historia, basta con mencionarlo, estando conscientes de que eso no es novedad. La mayoría de lo que se sabe hoy en día, se debe a sus mitos y anécdotas, incluso a las hipótesis propuestas por genios como Platón, Aristóteles, entre otros.
   Una rama sobresaliente del tema es la literatura. Es considerada como el medio más expresivo (para algunas personas), por su contenido, aunque también puede variar respecto al tema. Un claro ejemplo de esto es la poesía: es una manera de dar a entender sentimientos de la forma más romántica y metafórica que pueda existir, se expresan las emociones del autor y desde luego, el principal tema es el amor. Suele llevarse también el tema de la vida, la muerte, la sociedad, sentimientos tanto negativos como positivos.
   Como punto de vista personal, la poesía es perfecta -con todas sus letras- para ver y sentir la vida de una manera mucho más hermosa, relajarse, tener actitud positiva y ¿por qué no? hasta enamorarse.
   El arte es considerado el regalo más maravilloso que pueda existir en la vida; en cualquier parte del mundo es lo que se admira, utilizando los sentidos para saber apreciar cada detalle, ya sea a través de lo visual, lo auditivo, lo escrito o lo corporal. Cada individuo expresa según sus costumbres, ideologías y gustos en particular.
   El arte puede ser un pasatiempo o un hábito, por ejemplo, a alguien que frecuente museos al salir de viaje o cada fin de semana por puro placer. Esto es visto de una manera muy sana de retroalimentarse mental y socialmente, las puertas a varios conocimientos se van abriendo y se adquieren nuevas manías.
Música.
   También lo auditivo debe ser tomado en cuenta. La música es otro medio de expresión, pero cuenta con sus pros y contras: primero, sirve para meditar, vivir con mayor autenticidad cada momento, es por eso que se divide en géneros. Como contra, no toda aporta algo constructivo. Eso no quiere decir que deje de ser expresiva, pero en ocasiones puede llegar a ser algo grotesca y vulgar. Es atrevido admitir que la música en el siglo XXI se ha transformado de una manera muy fea; casi no hay romanticismo.
La obra más famosa a nivel mundial: La Mona Lisa (The Gioconda)
Leonardo Da Vinci.
   Ahora bien, en cuanto a pintura, los humanos se quedan con los tesoros de siglos atrás. Joyas de artistas como Leonardo Da Vinci, Picasso, Salvador Dalí o algo nacional como María Izquierdo, David Alfaro Siqueiros y Rufino Tamayo. La pintura se divide en surrealista y abstracta, ésta última dejando más al descubierto la mentalidad de los artistas, según opinión propia. La abstracción es la manera más profunda de los sueños: para varios, puede llegar a ser de hecho, una manera erótica de expresión. Lo surrealista se va más a la realidad: enseñan el mundo, maravillosos paisajes, incluso sentimientos, pero de manera un poco más lógica.
   Como conclusión, sería adecuado visitar los museos con mayor frecuencia. Sentarse a leer un buen libro, abrir la menta y darse la oportunidad de escuchar los géneros musicales, sin estancarse en lo mismo.

sábado, 22 de diciembre de 2012

La palabra escrita: Ojo por oído -Marshall McLuhan.


   Es evidente que las letras provocan diferentes reacciones entre las personas. El gusto por la lectura es uno de los elementos para tomar en cuenta la afirmación anterior. Lamentablemente, en México son pocos los que tienen el hábito de leer; el resto, leen la mitad de un libro en tan sólo un año, según datos estadísticos. Desconocimiento del significado de algún término, es una de las principales razones por las cuales la gente no lee, seguido de la tan cotidiana frase: "Me aburre".


   Es más que lamentable que la gente prefiera quedarse estancada en la misma rutina (ver mucha TV, por ejemplo), que un libro que tenga apariencia aburrida por el simple hecho de no contener ilustraciones. Otro factor es el analfabetismo, que su porcentaje en la población es exageradamente deficiente; literalmente, es imperdonable.

¿Por qué el analfabetismo?

   Las razones sobran: el gobierno, la pobreza extrema, las posibilidades que un niño o joven tiene de entrar a una escuela hoy en día, las comunidades rurales con caminos complicados, ésos en los que las escuelas están a 2 horas o hasta en otros municipios, por economía... ¿Y la voluntad en dónde queda? La mentalidad positiva de las personas, las ganas de salir adelante, de tomar cualquier rumbo y dirigirse a la escuela, ¿en dónde está todo eso? ¿Simplemente no existe?

   Una cosa cierta, además de notable: al gobierno no le conviene tener a la población bien educada, leyendo más de un libro -por lo menos- al mes. Pero tampoco se trata de llegar a debatir en el ámbito político. Sería desviarse demasiado.

   Ahora, girando un poco sobre el tema, hay un elemento que añadir a la lista: el conocimiento de las palabras escritas, el uso que puede tener alguna y la forma en como debe emplearse correctamente. Pueden tener mil significados, pero si el individuo no lo comprende como el autor desea, quizá están fallando ambos: el lector, por no comprender, no contar con conocimientos y el autor por no saber expresarse bien.