Los seres humanos, para comunicarnos, no
necesariamente recurrimos a la forma verbal y a los movimientos corporales.
Hacemos uso también de los signos, tanto su forma como definición e
interpretación. Hay una disciplina encargada de estudiarlos y ésta es la
Semiótica; puede llegar a ser complicado entenderla desde cierto punto de vista
(o al menos para mí. Yo quisiera analizar éste concepto basándome en la
publicidad, es decir, en los íconos que son mostrados al público, su
interpretación y la realidad detrás de toda ésta máscara.
También a través de la comunicación escrita
se lleva a cabo el proceso de mentir. Considero que es importante saber manejar
bien la tipografía e iconografía para poder continuar con una mentira. En
ocasiones, hay mentiras tan “bien” realizadas que parecen verdad. Éstas son
conocidas como falacias.
Me atrevo a reconocer que la primer palabra
que se me viene a la mente cuando se habla de Semiótica- Signos, es Percepción.
¿Qué nos ocurre al momento de ver un signo, sea en donde sea? Aquí es donde
viene lo principal. Cuando uno comprende el signo mostrado y lo interpreta en
su vida cotidiana, o quizá sólo por un instante. Y en muchos casos, son para
salir de algún apuro.
En
conclusión, la Semiótica se utiliza por pura conveniencia. No hay otra
alternativa, basándome en mi opinión personal. El interés, reitero, es en el
entendimiento del receptor y la reacción del mismo. También pienso que aplican
las contradicciones. El ícono dice una cosa, pero las palabras dicen otra. ¿A
cuál hacer caso?
Ejemplo:
- Una
campaña publicitaria está obligada a llevar signos y otros elementos para
promocionar lo que se desea. Especifico en una campaña política, que es donde
más mentiras se requieren.